La mina de oro de Boinás, en Belmonte, retornará a sus viejas actividades para estar a plena producción a iniciacios de 2012. Así lo afirmó ayer el secretario de Industria y Empleo del principado, Graciano Torre, por su visita a las estructuras, en las que se ultiman los preparativos para restaurar la extracción de minerales a fin de que «en muy pocos meses» haya «una producción trascendental» que emplee a unos 300 trabajadores.
El número de sitios de trabajo formados de forma seguida e indirecta en la mina se reproducirá el próximo año, cuando la actividad minera consienta manejar un total de 700.000 toneladas de mineral de las que se extirparán «2.400 kilos de oro cada año, así como 160.000 onzas de plata y 3.900 toneladas de cobre», detalló Torre. De este modo, la actividad extractiva que llevará a cabo la compañía Orvana Minerals, a la que se prevé una viabilidad de entre siete y ocho años, alcanzará un valor sin precedentes, ya que tanto el oro como el cobre cotizan en máximos históricos.
Es por su lado, que el secretario ejecutivo de Orvana, Roland Horst, y el director de Kinbauri España, Carlos Mirabal, subrayaron que el proyecto minero, al que se han consignado 54 millones de euros de capital canadiense y suizo para la continuación de la diligencia extractiva, consentirá crear «un número importante de empleos» y «renovar la economía de Asturias, además de recobrar la actividad minera subterránea, que ha tolerado golpes significativos en los últimos tiempos». Según los datos aportados ayer por la empresa Orvana, se removerán unas 700.000 toneladas de mineral al año. Las previsiones son extraer anualmente unas 2,4 toneladas de oro, 3,7 de plata y 3.900 de cobre.